Uno de los datos más interesantes aportados por el informe de la jueza federal es la data de la muerte, que difiere de la estimada por la investigación de la fiscal Fein. Hay varios llamados telefónicos que quedaron bajo la lupa. "La posición en que fue encontrado el cuerpo no fue la final", dice el informe, y añade: "es decir que no fue la que tenía al momento de la muerte. El cuerpo ha sido movido".
La jueza federal Sandra Arroyo Salgado presentó ayer las conclusiones de una pericia realizada por un equipo especializado. "No fue accidente ni suicidio, a Nisman lo mataron", declaró en conferencia de prensa la mamá de las dos hijas del fiscal fallecido. El informe contiene 12 puntos pormenorizados. Uno de los más interesante es la nueva data de muerte, fijada por los expertos de la querella en 36 horas antes de la autopsia, con un margen de error de más/menos 4 horas.
La autopsia de Alberto Nisman se realizó el lunes 19 de enero, entre las 8 y las 10 de la mañana. Las cuentas reflejan que para el equipo de Arroyo Salgado el ex titular de la UFI-AMIA fue asesinado la noche del sábado 17. Hasta hoy se creía casi sin discusión que el desenlace se habría dado en la mañana del domingo.
El cambio de horario deja bajo la lupa a los últimos llamados que realizó el fiscal. Si hubiera muerto a las 20, hay varias comunicaciones de sus teléfonos que no tendrían fácil explicación. Si en cambio la muerte ocurrió cerca de la medianoche, no habría tantas suspicacias. Esta semana se conoció que desde uno de los teléfonos de Nisman llamaron a su hermana y a su tía entre las 23 y las 24. Sin embargo, ninguna de las familiares directas relató este diálogo ante la fiscal Viviana Fein.
"Desde el punto de vista de la medicina legal y forense, es contundente lo que dijo. Sobre todo porque se vinculó con los principales especialistas del país. Además el informe está basado en datos aportados por la Policía y la autopsia que realizó la Justicia. No fueron cosas que ellos experimentaron. Son cosas que vieron y le dieron una lectura distinta", evaluó el médico forense Hugo Marietan.
El informe brindado por Arroyo Salgado fue presentado y sumado al expediente judicial. Tiene más de 100 hojas y fue realizado en parte analizando las fotos del cuerpo de Nisman tomadas por la Policía Federal y la Prefectura en el momento en que fue hallado sin vida, junto a las imágenes tomadas durante la autopsia y las del lugar del hecho criminal.
Las claves del escrito
El escrito elaborado por el equipo interdisciplinario criminalístico forense consta de doce conclusiones, que son las siguientes:
1) Natalio Alberto Nisman falleció como consecuencia de una dislaceración y hemorragia meningoencefálica producida por un proyectil de arma de fuego en cráneo y cerebro, seguida de copiosa hemorragia externa, provocando que los órganos estuvieran exangües.
2) La pistola Bersa modelo 62 secuestrada en autos presenta signos de haber sido disparada, fue apta para el disparo y la pericia comparativa realizada indica irrefutablemente que fue el arma usada en el hecho.
3) Las pericias de microscopía electrónica de barrido a los efectos de determinar la presencia de partículas fusionadas, características de residuos de disparo –bario, antinomio y plomo– realizadas tanto en la sede de la Policía Científica de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, así como en el Cuerpo de Investigaciones Fiscales del Ministerio Público de Salta, dieron para con las muestras obtenidas de las manos de Natalio Alberto Nisman, conforme al protocolo de la Policía Federal, resultado negativo.
4) La pericia toxicológica demostró la presencia de metabolitos de benzodiacepina en cantidades no determinables, de uso habitual de la víctima. Cafeína en cantidades no determinables y alcohol en contenido gástrico compatible con una mínima ingesta de bebida alcohólica o con la fermentación natural de alimentos ingeridos. No se demostró la presencia de alcohol en pool de vísceras, sangre u orina. Es decir que los trascendidos públicos que afirman que Nisman estaba alcoholizado al momento de su fallecimiento no son certeros.
5) No existió espasmo cadavérico porque hubo agonía. En esto me voy a permitir hacer lectura de una conclusión preliminar. Se afirmó en la autopsia oficial que el cadáver de Nisman presentaba el signo del espasmo cadavérico en la mano derecha, lo que induciría a pensar en la forma suicida de la muerte. Sin embargo, podemos afirmar con certeza que ese signo no existió, el mecanismo de producción de este signo postmortal es de rara frecuencia. De hecho, el doctor Raffo, que ha participado en 20.000 autopsias, ha visto ese fenómeno en dos oportunidades, y el Dr. Ravioli en sólo una. La agonía es incompatible con la aparición de este signo y Nisman tuvo agonía. Agonía que estuvo objetivamente demostrada por la copiosa hemorragia externa que se aprecia en la iconografía y la videofilmación. No puede haber espasmo cadavérico si hubo agonía y la agonía está demostrada por el importante torrente de hemorragia presente en la escena en que fue hallado el cuerpo sin vida del Dr. Nisman.
6) La posición en que fue encontrado el cuerpo no fue la final, es decir que no fue la que tenía al momento de la muerte. El cuerpo ha sido movido.
7) El cuerpo se hallaba exangüe y laxo al momento del inicio de la autopsia.
8) El cronotadiagnóstico, es decir, la data de la muerte, es de 36 horas, más menos cuatro horas, contadas a partir del inicio de la operación de la autopsia. La autopsia fue realizada el día lunes 19 de enero de 2015 entre las 8 y las 10 horas.
9) La determinación de potasio en humor vítreo está acorde con el intervalo postmortal que hemos señalado.
10) El orificio de entrada está ubicado en la zona temporoparietal derecha a tres centímetros por encima de la inserción superior del pabellón auricular. El proyectil, al atravesar los tejidos, se fragmentó y deformó por su condición de hollow point, generando una cavitación temporaria y definitiva, ilustrada en el informe, dirigiéndose hacia la zona frontotemporal izquierda de donde se extrajo de la masa encefálica. La distancia del disparo fue de no más allá de un centímetro.
11) La trayectoria del proyectil disparado por el arma de fuego secuestrada fue de derecha a izquierda, de abajo hacia arriba y de atrás hacia adelante, tal y como lo demuestran las pericias complementarias realizadas por la morgue. El proyectil liberó energía cinética suficiente como para generar múltiples fracturas del cráneo.
12) El análisis del lugar del hecho así como las evidencias físicas del escenario de esta muerte violenta descartan la posibilidad de que el hecho sea accidental. Por los mismos motivos expuestos se descarta la probabilidad de la hipótesis en modalidad suicida.