En un escrito de siete carillas, Moldes pidió a los jueces de la Sala I de la Cámara que "ordenen que prosiga la investigación" porque "lo contrario importa la renuncia a la verdad" y a la "justicia". El escrito fue presentado ante el tribunal, para sostener la apelación del fiscal Gerardo Pollicita contra el fallo del juez Rafecas, a quien Moldes mencionó como "un magistrado inusualmente presuroso".
Rafecas desestimó "in límite" (sin trámite) la denuncia de Nisman contra la Presidente, Timerman, el diputado nacional Andrés Larroque, el dirigente Luis D'Elía, el ex juez Héctor Yrimia, el líder de la agrupación Quebracho, Fernando Esteche, el falso agente de inteligencia Ramón Allan Bogado y Jorge Khalil.
Antes que el fiscal de la Cámara presentara su "memorial", las defensas de Esteche y Khalil habían solicitado al tribunal de segunda instancia que confirme lo decidido por Rafecas y acompañaron sendos escritos tratando de mejorar los fundamentos que el juez de primera instancia empleó para desestimar la denuncia.
Para Moldes, en cambio, la resolución de Rafecas es "inapropiada" y "prematura", porque "para poder arribar a una conclusión válida -acotó- se hace imprescindible la realización de, cuando menos, una batería básica de medidas conducentes" para "erradicar" dudas e inquietudes.
"Para superar ese estado de incertidumbre es necesario concretar minimante las diligencias útiles que permitan tomar conocimiento de los hechos denunciados, pues lo contrario significaría, simple y llanamente, abortar la encuesta", agregó.
Moldes precisó que "en octubre de 2013 todos los que estamos abocados al tratamiento de este caso nos enfrentamos a una situación calcada a la presente que resulta interesante repasar".
El fiscal de Cámara recordó que en aquella ocasión "la denunciada fue la Procuradora (General de la Nación) Alejandra Gils Carbó, por la designación irregular de un funcionario que carecía de habilidad de títulos para el cargo (Carlos Gonella), cuando se dispuso investigar el hecho.
"La desvinculación exprés de funcionarios poco lugar deja al ideario de justicia en las expectativas sociales y en la imaginación popular", expuso Moldes, y señaló que "así como la lentitud exaspera, desanima y a veces, indigna, la aceleración precipitada e imprudente con frecuencia lastima, confunde culpables con inocentes y suele desembocar en desilusión".
Con este paso, la Cámara Federal comenzó a decidir el destino de la última denuncia que formulara Alberto Nisman antes de morir. Los camaristas Eduardo Farah, Jorge Ballestero y Eduardo Freiler deben tratar la apelación formulada por el fiscal Gerardo Pollicita, que rechazó la decisión del juez Daniel Rafecas de no impulsar la acción penal en la denuncia por presunto encubrimiento de la pista iraní.
Luego de la audiencia, la cámara entrará en etapa de definiciones y allí todas las miradas se posarán sobre Jorge Ballestero, que, se especula, es el juez que aportará el voto definitivo. En la cámara se tejieron intrigas de distinto tipo, al punto de señalar una intensa gestión por parte del oficialismo para lograr que Ballestero se incline por la misma posición que Rafecas. Se trata de los mismos tres jueces que declararon tiempo atrás la inconstitucionalidad del memorando con Irán en la causa AMIA, y quienes confirmaron el procesamiento del vicepresidente, Amado Boudou, en el affaire Ciccone.
El recurso de apelación impulsado por Pollicita fue aceptado de inmediato por Rafecas "sin hacer consideraciones".
La Cámara no cuenta con plazos fijados para expedirse sobre la apelación. De haber un fallo adverso a la postura del fiscal de primera instancia, Moldes podría insistir con la apelación ante la Cámara de Casación Penal, aunque eso significara una dilatación de los tiempos para avanzar en la causa.
Pollicita apeló el fallo de Rafecas, que había desestimado la denuncia del fallecido fiscal por supuesto encubrimiento contra Cristina de Kirchner, el canciller Héctor Timerman y otros dirigentes y funcionarios. El fiscal aseguró que es "prematuro" y "precipitado" haber rechazado la denuncia y pidió que se cite como testigo al exjefe de Interpol Ronald Noble, ante la sospecha de que sí hubo intención de dejar sin efecto las circulares rojas con los pedidos de captura internacional a los iraníes sospechados de volar la AMIA.
