Hizo un balance de su gestión, exhibió números que acercan a Argentina a los niveles de Suiza y Noruega. Pintó un panorama inmejorable para el país. Pidió que "no traigamos el drama de otras regiones remotas del mundo". La presidente sostuvo que está "averiada, pero jamás hundida", en el marco de una declaración propia de las guerritas navales. Adelantó que no va a permitir que "toda esa mugre que hay afuera" y conflictos "de otras regiones remotas del mundo" ingresen al país. Anunció suba del 18% para jubilados.
"No permitamos que nos dividan. Vayamos a las próximas elecciones en paz, con tranquilidad y alegría, para que el pueblo vuelva a votar y se exprese sobre quién quiere que lo conduzca. Pero, por favor, no traigamos el drama y la tragedia de otras regiones remotas del mundo donde se torturan y se matan", instó la mandataria en un mensaje transmitido por cadena nacional. La Presidente anunció que el haber jubilatorio mínimo sube de $ 3.231 a $ 3.821; el medio de $ 5.759 a $ 6.806, y el máximo de $ 23.675 a $ 27.998. La medida beneficia a 7.636.165 personas e implica un gasto previsional anual adicional de $ 123.953 millones. "Es el incremento más grande desde que se sancionó la ley de movilidad jubilatoria", afirmó por cadena nacional.
Al encabezar un acto público en la Casa Rosada, en lo que fue su regreso tras la fractura del tobillo izquierdo y la muerte del fiscal de la causa AMIA, la mandataria aseveró que "es importante convocar a todos los argentinos" porque se vive en "un mundo muy difícil que se va a tornar cada vez más difícil, complejo" y remarcó: "Toda esa mugre que hay afuera no la traigamos adentro".
"Estoy en pleno ejercicio de mis funciones: un poco averiada, como la batalla naval, pero jamás hundida", comenzó su discurso transmitido por cadena nacional y en el que estuvo acompañada por 17 gobernadores.
En ese contexto y en referencia a las críticas recibidas por parte de diferentes actores judiciales, la jefa de Estado aseguró que "nadie, desde otro Poder, puede decirle a la Presidenta que se calle y no hable".
"Hablar voy a hablar todas las veces que quiera", desafió Cristina, al tiempo que remarcó que cuando "los jueces y fiscales hablan también forman opinión en la sociedad, y son los que deciden".
Y agregó: "Algunas manifestaciones decían que yo no debería opinar ni hablar: pero todos los argentinos somos iguales, la libertad de expresión y de prensa son para los 40 millones incluida la Presidenta y debe ser respetada no solamente para los que critican, insultan o agravian al Gobierno, es para ellos y para nosotros, los que pensamos de otra manera".
Dejando en claro que el mensaje era para ciertos sectores del Poder Judicial, la jefa de Estado afirmó: "En eso radica la libertad: en que todos podemos hablar. Es como que yo diga que los jueces y fiscales sólo pueden hablar por sus fallos y dictámenes. Pero ellos hablan siempre y están en su derecho".