Pese a que Capitanich rechazó el pedido al sostener que no hubo pérdida de poder adquisitivo, seis provincias pagarán un plus a sus estatales. Gremios y beneficiarios de planes sociales suman demandas.
"No promovemos, no propiciamos ni propiciaremos ninguna medida de carácter excepcional". Con esas palabras el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, pareció clausurar la posibilidad de otorgar un bono de fin de año semanas atrás ante quienes elevaban el pedido con el argumento de paliar la inflación. La explicación, no obstante, no conformó ni a los propios kirchneristas.
Las consultoras privadas estiman que la inflación anual rondará el 40%. La Federación de Supermercados y asociaciones chinas adelantó hoy que la canasta navideña tendrá un aumento del orden del 45%. Con esos números, poca esperanza puede haber en la Casa Rosada de frenar los reclamos. En rigor, debe esperar lo contrario.
Como la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, el bono se convirtió en otro punto de comunión entre gremios oficialistas y opositores. Antonio Caló (CGT) y Hugo Yasky, afines al kirchnerismo, plantearon su requerimiento en sintonía con sus homólogos Hugo Moyano y Pablo Micheli. Sindicatos de uno y otro lado hicieron lo propio.
La presión contra el Gobierno creció hoy con el aviso de beneficiarios de programas sociales y trabajadores de cooperativas de la presentación que llevarán el lunes a Capitanich. "Así como en los sindicatos solicitarán en las distintas patronales el otorgamiento de un bono de fin de año producto de que la inflación ha licuado el poder adquisitivo del salario, desde Barrios de Pie solicitamos que el Gobierno Nacional otorgue un ingreso excepcional este fin de año a las familias más humildes", explicó Daniel Menéndez, coordinador de la organización Barrios de Pie.
Menéndez advirtió que "de no obtener una respuesta favorable por parte del Gobierno Nacional, impulsaremos movilizaciones en todo el país, porque con un 40 por ciento de inflación no existe Navidad digna para todos los argentinos".
La negativa del Gobierno a acceder al bono quedó expuesta con los anuncios en ese sentido que hicieron los gobiernos de siete provincias. Ocurre que además de las gestiones opositoras de Córdoba, San Luis y Santa Fe, también los "alineados" de San Juan, La Pampa y Santiago del Estero aceptaron los pedidos de sus estatales.
Un panorama similar se dio nivel municipal. Por ejemplo, numerosos intendentes massistas de la provincia de Buenos Aires darán un bono.