La UTA todavía no definió si adhiere a la protesta convocada por la CGT opositora y sus aliados. Se sumaron bancarios y alimentación, como así también ferroviarios, camioneros y gastronómicos.
Los bancarios y trabajadores de la alimentación se sumaron al paro de 24 horas convocado por el sindicalismo opositor para este jueves, aunque en las últimas horas surgieron dudas sobre la postura de los choferes de colectivos agrupados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA): dicen que el Gobierno está ejerciendo fuerte presión para que no adhieran y recién en las próximas horas el gremio tomará una decisión.
El líder de la UTA, Roberto Fernández -que durante el fin de semana no atendió ninguna llamada telefónica- se reuniría con su colega de La Fraternidad, Omar Maturano, para coordinar la organización del paro en el transporte. Pero allegados a Fernández lo relativizaron y aseguraron que el gremio analizará si se suma o no a la protesta de Hugo Moyano y sus aliados.
Sugestivamente, ningún dirigente de la UTA fue al almuerzo del miércoles pasado en el que se definió un plan de lucha que arrancará esta semana. El último gesto del gremio de los colectiveros fue hace 15 días, cuando su secretario de prensa, Mario Calegari, le dio el aval a Maturano para avanzar con la medida de fuerza. Desde entonces, no hubo más contactos.
Hubo además un plenario de delegados del Sindicato de Alimentación de Capital, que conduce Rodolfo Daer, para decidir sobre el paro. Participarán representantes sindicales de izquierda que dominan las comisiones internas en fábricas de la zona norte del conurbano, como Mondelez y Pepsico, y otras de la Ciudad de Buenos Aires, como Lodiser. El viernes pasado, durante una reunión del consejo directivo, el gremio analizó con preocupación la incidencia de Ganancias en los sueldos: en septiembre, cuando llegue la segunda cuota del aumento pactado en paritarias, que es del 15%, el 67% de los trabajadores de la Alimentación quedará afectado por el impuesto.
El Gobierno está tratando de sacarle a Moyano el decisivo respaldo de la UTA para neutralizar el paro: ministros como Julio De Vido y Carlos Tomada estarían tratando de convencerlos con subsidios para el transporte de pasajeros, que asegurarían mejoras salariales y laborales para los choferes, y fondos para la construcción de una escuela de capacitación en Once.
La UTA es el único gremio que duda sobre el apoyo a la huelga. Hay datos casi confirmados, como que la poderosa Asociación Bancaria, que conduce el radical Sergio Palazzo, anunció que adhiere al paro porque sus trabajadores están entre los más afectados por el Impuesto a las Ganancias y, hasta ahora, fracasaron las negociaciones con los empresarios para otorgar una compensación salarial. El gremio, que abandonó la CGT Azopardo hace más de un año, hizo el 7 de agosto un paro nacional por este tema.
Hay seccionales de gremios enrolados en el kirchnerismo que podrían parar. Por ejemplo, algunos sindicatos de Luz y Fuerza, como el de Córdoba y Mar del Plata, y los del Oeste, Lanús-Avellaneda y Zona Norte. Al igual que sucedió con el paro del 10 de abril, hay filiales provinciales que se rebelarán contra las conducciones sindicales nacionales oficialistas.
El paro de 24 horas anunciado por Moyano y Luis Barrionuevo, con el apoyo de Maturano, entre otros, será complementado con la protesta de la CTA opositora de Pablo Micheli, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Partido Obrero, que comenzará el miércoles, con una movilización desde Plaza de Mayo hasta el Congreso, lo que extenderá la medida de fuerza a 36 horas.