Tras de un día repleto de rumores y de una reunión entre el presidente y el técnico, el club decidió prescindir de los servicios del entrenador más ganador de la historia del club por los malos resultados del momento. Bianchi es un hombre digno y no tiene nada que ver con la corrupción que impera en los clubes ni con la malversación apabullante de quienes nos gobiernan
Fue un miércoles agitado para el mundo Boca. Una nueva derrota abultada del equipo de Carlos Bianchi, esta vez con Estudiantes, dejó al técnico al borde del abismo luego de 20 meses y seis torneos al frente sin ningún título. La mañana del jueves encontró al Virrey reunido con Daniel Angelici en la casa del presidente del club. Fue una aperitivo. Por la tarde, llegó la hora del entrenamiento y del cruce cara a cara del DT y los jugadores. Y un rato después, antes de la conferencia de prensa de Daniel Angelici anunciada para las 19, se filtró que el entrenador fue despedido.
La jornada vespertina para Bianchi comenzó a las 16.15, momento en el que ingresó a Casa Amarilla para 45 minutos después comenzar la práctica. Pero antes de los ejercicios hubo tiempo para que el entrenador se reuniera con los jugadores en el gimnasio.
Con el entrenamiento ya comenzado, empezaron a llegar los dirigentes más cercanos a Daniel Angelici: el Protesorero, Marcelo London, el vocal titular César Martucci y el Secretario General, Carlos Aguas. La mesa chica de la comisión directiva estaba en Casa Amarilla para definir el futuro del DT, que optó por el silencio. No hizo falta esperar hasta las 19: antes se filtró que la decisión era echar al Virrey, dándole punto final a su tercer ciclo.