Junio cerró con una suba en los precios que oscila entre 2,1 y 2,4%, impulsada por los aumentos en alimentos, prepagas y servicios públicos. ¿Hay plan económico?
La inflación argentina está cumpliendo un año a un ritmo por encima del 2% mensual. Los analistas privados anticipan que junio cerrará nuevamente con una suba en el costo de vida superior a 2%, en lo que constituye el nuevo piso para la evolución de los precios locales.
Para encontrar una inflación por debajo de ese nivel hay que retrotraerse a mayo del año pasado, cuando Guillermo Moreno ocupaba la Secretaría de Comercio Interior y estaba vigente el congelamiento de precios para todos los productos que vendían los supermercados. Según las mediciones privadas, ese mes el costo de vida tuvo un incremento de 1,6% y la inflación anualizada se ubicaba por debajo del 24 por ciento.
Un año después el panorama se presenta mucho más complicado. Junio está cerrando con un incremento en el costo de vida que oscila entre 2,1 y 2,4% y la inflación anual se acerca peligrosamente al 40 por ciento, sin que la recesión económica ayude a moderar los aumentos de precios, como de hecho sucedió en 2009. En todos los casos, los porcentajes corresponden a las mediciones privadas, ya que para las cuestionadas estadísticas del Indec en el último año hubo varios meses con una inflación por debajo del 2 por ciento.
"Lo que estamos viendo es una inflación cada vez más determinada por las expectativas de la gente que por el nivel de actividad. Si la gente piensa que va a haber más inflación, es casi inevitable que se acelere la inflación", señaló Diego Giacomini, director de la consultora Economía & Regiones.
Los economistas consultados coinciden con el equipo económico a la hora de destacar que en el segundo trimestre del año los precios muestran una marcada desaceleración frente a la disparada que provocó la devaluación del peso en enero. Sin embargo, precisan que no hay demasiados motivos para festejar.
"Junio está cerrando tranquilo en materia de aumentos, siempre y cuando se considere como tranquila una inflación por encima del 2 por ciento", explicó Carlos Melconian, del estudio M&S.
"En junio se amesetó la inflación con respecto a mayo y el mes está cerrando en 2% o apenas por encima. Sigue siendo un nivel alto y nos obligó a ajustar el pronóstico de inflación que teníamos, porque hasta hace poco esperábamos una desaceleración mayor", coincidió Luciano Cohan, economista de la consultora Elypsis.
Como se viene repitiendo en los últimos meses, y sin que se verifique un efecto contagio a partir de los Precios Cuidados, la suba de junio fue impulsada por el rubro alimentos y bebidas, que representa un tercio del índice de inflación que estrenó el Indec en febrero de este año. Según la asociación Consumidores Libres, en junio los precios de los artículos de la canasta básica siguieron su racha ascendente y cerraron el mes con un incremento promedio del 1,9 por ciento.
"La fantasía de que los Precios Cuidados pueden servir para contener la inflación se termina cuando llegan las nuevas listas de precios con aumentos. El tema de los medicamentos es un indicador de lo que está pasando en el resto de la economía, y cada vez más las empresas se cortan solas con aumentos que no pasan por la Secretaría de Comercio", explicaron en una cadena de supermercados.
Con la suba de junio, se completará un primer semestre del año con una inflación rondando el 20%, y las perspectivas para la segunda mitad de 2014 no son demasiado optimistas en materia de aumentos de precios.
"En mayo hubo una aceleración de la inflación de la mano de los aumentos que volvieron en alimentos y bebidas, las prepagas y un nuevo tramo de las tarifas de gas y agua, y de esta manera el semestre cerró con una suba acumulada del 22 por ciento", explicó el economista Camilo Tiscornia.
Por su parte, en Economía & Regiones señalaron que "el mejor escenario para la Argentina es terminar el año con una inflación de 35 por ciento anual, pero es muy difícil de lograr porque se necesitaría un índice mensual que no superara el 1,8 por ciento, es decir, el mismo nivel que teníamos en 2010, con lo cual lo mejor que se puede esperar es terminar el año con una inflación en torno al 40 por ciento", señaló Giacomini.
La primera señal de que la tarea de bajar la inflación no será fácil llega de la mano del rubro transporte y comunicaciones, que tiene un peso de casi el 20% en el índice del Indec. Ayer se anunció una suba promedio del 20% en el boleto de colectivo en el área metropolitana, que impactará en el indicador de julio.