Sin mencionar la situación comprometida del vicepresidente, la Presi hizo fuertes acusaciones y culpó al Poder Judicial de haber convalidado golpes de Estado y de autogobernarse sin control alguno de otros poderes. Reacción esperada del acorralado que no quiere aceptar su condición de Alí Baba.
Catro días después del procesamiento de Amado Honesty Boudou, la presidenta Cristina La Muchacha Progre Kirchner criticó con dureza a la Justicia, a la que acusó de ser un poder que se "autogobierna" y que convalidó los golpes militares. La jefa del Estado volvió a reclamar una reforma del Poder Judicial, al que calificó como "oscuro", y recordó que a Juan Domingo Perón lo habían acusado públicamente de "haberse robado todo" y de "tener cuentas en Suiza". Lo dijo ayer por la mañana, en un homenaje al ex presidente en el día en el que se cumplían los 40 años de su muerte.
Una vez más, la Presidenta evitó hacer referencia explícita sobre Boudou, aunque se quejó de los jueces y fiscales. "Fue el Poder Judicial de la Nación el que convalidó la doctrina de los golpes de Estado", consideró, y resaltó que "algún día deberán cambiar" los mecanismos por los cuales se elige a los magistrados. Calificó a la Justicia como un poder que "se autogobierna y se autoelige", y lo comparó con el poder político. "Esto es bueno recordarlo en todos los tiempos porque nosotros siempre somos los que tenemos que revalidar títulos y lo hacemos legítimamente ante el pueblo", señaló.
Aunque su proyecto de reforma judicial quedó trunco el año pasado cuando la Corte Suprema de Justicia lo consideró -en su mayoría- inconstitucional, la Presidenta insistió en que esos cambios se darán algún día. "No me tocará a mí, no le tocará al próximo [gobierno], pero la historia es indetenible, avanza y los cambios estructurales y sociales tienen que verse reflejados en el conjunto de la sociedad", pidió.
La Presidenta presentó ayer la maqueta con los dos nuevos murales que se colocarán en la Plaza de la República, junto al Obelisco, uno que recordará a Perón y otra escultura de Hipólito Yrigoyen, el ex mandatario radical fuertemente reivindicado por el kirchnerismo.
"Estos dos grandes líderes fueron hostigados por los grandes medios de comunicación y los intereses dominantes", agregó Cristina, en lo que pareció una defensa ante las críticas de la oposición por la situación judicial del vicepresidente.
La jefa del Estado citó a Perón, cuando consideró que contra Yrigoyen se habían alineado "las fuerzas de la extranjería ideológica con la política del escándalo como gran instrumento en que coinciden parlamentarios, catedráticos y la prensa toda". Remató con su propia conclusión: "Cualquier semejanza con la realidad es pura casualidad, como dicen las leyendas".
La Presidenta resaltó la figura de ambos ex presidentes como los líderes de la "defensa irrestricta de los intereses del pueblo y de la Nación" que fueron "vilipendiados y denostados" por los medios. De paso, también citó al historiador Félix Luna, que escribió que había visto caer a Yrigoyen "ignominiosamente por la calumnia y los rumores".
En sus reivindicaciones de la figura de Perón, Cristina relató que hasta lo habían acusado de estupro. "No le faltó ningún ingrediente, pero ahí está, en la historia. Y todos los que hablaron, de esos nombres no se acuerda nadie, no porque se los haya suprimido por ley, no se necesitó ley ni decreto para suprimir esos nombres, es la historia que sepulta a los mediocres y a los traidores a la patria", descargó.