Por un periodismo comprometido

Por Guillermo Alamino
Hablar de periodismo nos remite a un debate acerca del rol y la ética del periodista a la hora de ejercer su oficio. Generalmente se afirma que el periodista debe hacer su labor con un fuerte compromiso social, pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de esto?


Un periodismo comprometido socialmente es aquel que visibiliza las problemáticas de los sectores populares, desprotegidos, los pueblos originarios  y las temáticas que abordan las distintas organizaciones de la  sociedad civil. Se trata de difundir aquellos discursos ocultados por el poder hegemónico y de asumir un compromiso con los reclamos sociales, para transformar la realidad ante escenarios injustos.

En este sentido, el relato promovido por el oficialismo y  los grupos mediáticos privados no hacen más que reflejar un mismo paradigma: trasmitir los relatos del poder  representados en persona que,  generalmente, provienen de ámbitos académicos (“predicadores” de la  economía, profesionales que justificar el extractivismo o cualquier actividad rechazada por una determinada comunidad), organismos gubernamentales (funcionarios públicos) o empresas. Estos son los comunicadores que  gozan de las pautas publicitarias millonarias  y ven la profesión periodística como una forma de generar ganancias, mercantilizando la información.

Por ejemplo 678, Diario de Cuyo o Clarín  no hace más que defender las posturas de las transnacionales, ocultando  los reclamos sociales de las asambleas de Malvinas Argentina en Córdoba, la ilegitimidad de la deuda externa, la megaminería, el estado de los hospitales públicos, entre otros. Los economistas ortodoxos  y políticos sospechados como Amado Boudou, tienen un lugar protagónico en esas compañías mediáticas. Esto contradice totalmente al periodismo que asume un compromiso, actúa ante los  conflictos sociales y genera esperanzas de transformación con el fin de  construir un mundo más justo, sin pobreza, ni desigualdades.

De esta manera, la sociedad  tiene la responsabilidad de defender la comunicación como un derecho fundamental para el desarrollo social y cultural del país, porque a través de los medios de comunicación se construyen realidades, identidades, valores, estereotipos y significaciones. Por eso  es necesario visibilizar a los sectores contra hegemónicos y jugar un rol activo en los conflictos sociales, para producir un cambio social. Esta es la consigna del periodista  comprometido con su comunidad.