Una auditoría de la Justicia confirmó que el empresario K, dueño del juego en Buenos Aires y propietario de un multimedios bancado por el Gobierno, no podía hacer donaciones por ser concesionario del Estado. Sin embargo puso más de 500.000 pesos para el proselitismo del justicialista Martín Insaurralde en el 2013.
Una auditoría de la justicia electoral determinó que el empresario ultrakirchnerista y zar del juego Cristóbal López y la primera línea de socios y directivos de sus empresas, hicieron aportes ilegales al kirchnerismo en la campaña electoral de las primarias del año pasado.
El dictamen destaca que López y sus hombres de máxima confianza, entregaron más de medio millón de pesos al Frente para la Victoria (FPV) bonaerense, a pesar de que la ley prohíbe expresamente contribuciones de personas que exploten juegos de azar o tengan otras concesiones públicas. Después de cada elección nacional, la justicia sigue una rutina definida por la ley 26.215 que regula los aportes de campaña. Ese procedimiento exige que cada alianza presente el listado de las donaciones de particulares que recibieron, además de las que le entrega el ministerio del Interior. Luego, la Cámara Nacional Electoral revisa la información para encontrar si hubo violaciones a la ley y enviar mas tarde esos resultados a cada juzgado.
En septiembre, Clarín había detectado incompatibilidades en la nómina de aportantes relacionados con Cristóbal. Ahora, la justicia finalizó la auditoría y confirmó que ni el empresario ni su entorno más cercano podían contribuir al FPV. López, se sabe, multiplicó sus negocios en la década kirchnerista. No sólo expandió los casinos y tragamonedas sino que avanzó en otros rubros como los medios y el petróleo a través de Oil Combustibles. El dinero aportado por directivos de esa firma también fue impugnado por la justicia porque la ley no sólo prohíbe recibir dinero a quienes exploten juegos de azar sino también a quiénes tengas concesiones del Estado.
En ese documento –que ahora está en manos del juez federal de La Plata con competencia electoral, Manuel Blanco para decidir si toma alguna sanción por delitos electorales- consta que López hizo un modesto aporte de 30 mil pesos. Pero su entorno fue bastante más generoso: Ricardo Oscar Benedicto, socio en Casino Club S.A., entregó 120 mil pesos, la misma cifra que Héctor José Cruz, presidente de la firma. Hasta el gerente de Recursos Humanos, Horacio Bilbao, aportó 60 mil pesos de su bolsillo. El listado de donaciones impugnadas incluye a Guillermo Ardissone, de Hipódromos de Palermo y a Fabián Da Sousa -la mano derecha de López en los negocios petroleros- y Raúl Zamora, dos directivos de Oil.
En total, hay 560 mil pesos objetados por la justicia que fueron a financiar los gastos de la lista que encabeza a diputados nacionales de Martín Insaurralde, el candidato estrella de la Presidenta en los comicios internos del año pasado. Ante el crecimiento electoral de Sergio Massa en las PASO, luego Cristina tomó distancia de Insaurralde. Los aportes del entorno de Cristóbal López incluyen también a la línea gerencial de otras sociedades de su grupo empresario: Mariano Luis Frutos, gerente de M&S S.A., una inversora del Grupo Indalo; Marcelo Gastón Salomone, mexicano, gerente de C5N, Matías Antonio del Grupo Indalo y Gustavo Dalla Tea de la concesionaria vial CV1. Sin embargo, esos aportes están dentro del marco de la ley.
A pesar de su innegable afinidad con el matrimonio Kirchner, Cristóbal López no había aparecido nunca en el listado de financistas declarados por el Frente para la Victoria. Sin embargo, el año pasado, el zar del juego apostó fuerte al kirchnerismo en las primarias bonaerenses aunque desapareció de la lista de aportantes en la elección general. Esto es así porque después de la primera vuelta supo que violaba la ley al donar dinero. El FPV se justificó ante el juez Blanco argumentando que devolvió los aportes de Cristóbal. Esa información será auditada por la justicia para saber, con certeza, si están diciendo la verdad.