En la Misa Crismal en la Basílica de San Pedro, el Papa destacó la importancia del celibato ante una multitud. Más tarde lavó los pies a doce hermanos.
El papa Francisco subrayó hoy el valor del celibato y pidió a los sacerdotes "una renovada fidelidad a su única novia, la Iglesia", al presidir la Misa Crismal en la Basílica de San Pedro, la primera celebración religiosa de los cuatro días más importantes de las Pascuas. El pontífice habló en su homilía de la "alegría sacerdotal" y explicó "que ayuda en los momentos de apatía y tristeza que sobrevienen en la vida sacerdotal".
"Incluso en los momentos de tristeza, en los que todo parece ensombrecerse y el vértigo del aislamiento nos seduce, esos momentos apáticos y aburridos que a veces nos sobrevienen en la vida sacerdotal (y por los que también yo he pasado), aun en esos momentos el pueblo de Dios es capaz de custodiar la alegría, es capaz de protegerte, de abrazarte, de ayudarte a abrir el corazón y reencontrar una renovada alegría", dijo.
El Papa argentino Jorge Bergoglio resaltó además que "la alegría sacerdotal es una alegría que tiene como hermana a la pobreza" y "tiene como hermana a la obediencia". Además participará más tarde del tradicional lavado de pies a enfermos y discapacitados en el Centro para Discapacitados Santa María de la Providencia. La ceremonia recuerda el gesto de Jesús en su última cena.
El año pasado Francisco había elegido a menores detenidos en la cárcel de Casal del Marmo, en Roma. La misa crismal del Jueves Santo y el lavado de pies son dos de las actividades religiosas más importantes de la Semana Santa católica, junto a las que se harán durante este fin de semana.