Por Guillermo Torraga
Desde enero de 2004, a pocos días de que asumiera la gobernación de San Juan el ingeniero Gioja, inicié el seguimiento de lo que con el correr de los años se transformaría en su mayor mentira, que es la construcción del túnel de Agua Negra. Innumerables páginas se han escrito y el gobierno fijó todo tipo de fechas y, por supuesto, el túnel sigue sin hacerse. Pero para no darse por vencido, siguen las macanas. Ahora hablaremos de la última.
Con fecha 12 de marzo, informaba el Diario de Cuyo que el ministro Strada en su viaje a China vino con muchas expectativas por el interés que presentó la empresa Ghezouba, “que tiene financiamiento y experiencia” y que está construyendo junto a la empresa K Electroingeniería, las represas Kirchner - Cepernic. Detengámonos ahí, ya que no se esta construyendo nada y saben por qué, porque se cayó el financiamiento. Los funcionarios nacionales fueron a China y se encontraron con un cuento chino y con cero plata. Esto decía La Política on line al respecto en noviembre del año pasado: “En China, contratar una aseguradora es el paso previo a cerrar un financiamiento con los bancos. Son todas organizaciones controladas por el Estado, pero requieren negociaciones independientes y hasta compiten entre sí".
De traje y zapatillas, Cosentino, Costa y Carlos Bianco no pudieron más que escuchar las razones de los chinos para no darle avales a la Argentina. La principal es que Néstor y Cristina no ejecutaron casi ninguno de los proyectos que acordaron con el gobierno chino y, en todos los casos, utilizaron aseguradoras de ése país. Como sólo pueden avalar un cupo determinado de inversiones, las promesas incumplidas les impidieron negocios millonarios. “Hasta que no se cumpla con los acuerdos previos no hay acuerdos nuevo”, es la frase repetida por los ejecutivos chinos. Clarito: hasta que no cumplan; ni un mango, y sabemos que este gobierno nacional y provincial no son muy cumplidores que digamos.
El mismo medio digital, cuando menciona a la empresa china, lo hace en estos términos: “Se presentó en una UTE con la empresa china Gezhouba, de poco prestigio en su país, hasta el punto que fue acusada de corrupción en Nepal".
Gezhouba mostró su nivel de improvisación al burlar la legislación de su país, que no permite financiar más de un 85% de un proyecto en cualquier proceso licitatorio ajeno a un acuerdo entre Estados. O sea, y en pocas palabras, otra macana más y el túnel cero; y encima esos chinos son unos chantas de primera. Sigamos participando y tal vez alguna vez, eso sí, en otro gobierno, el túnel se haga.