El acuerdo implicaría la formación de un gobierno de coalición en diez días, más poder al Parlamento y elecciones presidenciales anticipadas, en diciembre; el presidente Yanukóvich dijo que "no hay nada más importante que la vida humana". Se calculan más de 70 muertos.
Coinciden en un regreso a la Constitución de 2004, elección presidencial anticipada, en diciembre; más poder al Poder Legislativo. Ese es el acuerdo político que anunció el gobierno ucraniano y que aún no fue confirmado por la oposición. Mientras tanto, en Kiev, la capital de Ucrania, manifestantes y policías siguen enfrentándose cerca del Parlamento. "El presidente Viktor Yanukovich, los responsables de la oposición y los representantes de la Unión Europea y de Rusia cerraron un acuerdo para resolver la crisis política", indicó la presidencia en un comunicado.
En noviembre, el gobierno ucraniano decidió suspender súbitamente las negociaciones de asociación con la UE y estrechar las relaciones económicas con Rusia. Miles de personas se opusieron y coparon la Plaza de la Independencia. Los manifestantes reclaman la salida del presidente ucraniano.
Sin embargo, la oposición aún no ratificó el acuerdo. Los diplomáticos europeos presentes en Kiev tampoco lo confirmaron, y explicaron que al mediodía recién se retomarán las negociaciones. El pacto estipula un regreso a la Constitución de 2004, que le otorga más poderes al Parlamento, una elección presidencial anticipada en diciembre y la formación de un gobierno de coalición en diez días, según difundió el canal privado 1+1 y replicó la agencia AFP.
Habló Yanukovich. "En estos trágicos días, cuando Ucrania ha sufrido graves pérdidas, cuando ha muerto gente a ambos lados de las barricadas, considero mi deber, en memoria de los fallecidos, declarar que no hay nada más importante que la vida humana", dijo el presidente ucraniano. Según consignó la agencia EFE, el mandatario sostuvo: "No hay pasos que no podamos dar juntos para restablecer la paz en Ucrania".
La UE. El canciller francés, Laurent Fabius, señaló hoy que no se conocerá el texto definitivo del acuerdo hasta la tarde. "La oposición, en concreto, quiere poder consultar algunos de los puntos. Esto es lo más comprensible", dijo Fabius a la radio privada Europe 1 desde Pekín, donde acababa de llegar tras participar en las negociaciones de Kiev. Ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Alemania y Polonia conversaron durante horas con el presidente Yanukovich y con dirigentes opositores para intentar frenar la violencia. Mientras, en un comunicado, el Ministerio del Interior ucraniano informó que manifestantes abrieron fuego esta mañana e intentaron pasar el cordón policial y abrirse paso hacia el Parlamento.
Tras una débil tregua de unas horas, unas 50 personas murieron en combate en el corazón de Kiev. Según la oposición, serían, por lo menos, 70 personas. Alarmados, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) impulsan sanciones contra Yanukóvich.
La tregua se quebró bruscamente ayer en Ucrania y la capital se vio envuelta nuevamente en feroces enfrentamientos que regaron de cadáveres plazas y calles. Los choques entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes opositores en Kiev, que terminó a los tiros en una sangrienta batalla que se extendió durante horas, tuvo un dramático saldo de al menos 67 muertos, lo que eleva el número de víctimas fatales de esta semana a un centenar.
El número de muertos y la ferocidad de los choques elevaron la presión política. Tres cancilleres europeos y un enviado del presidente ruso Vladimir Putin intervinieron para frenar la escalada de violencia. Por la noche, el premier polaco, Donald Tusk, dijo que el presidente Yanukovich acordaba adelantar las elecciones para descomprimir la situación, pero luego el canciller francés, Laurent Fabius lo negó enfáticamente.
Esta es la peor crisis desde la independencia en 1991 de esta ex república soviética, cuyo territorio se disputan Rusia y la Unión Europea (UE). Las manifestaciones se desencadenaron en reacción a la súbita decisión de Yanukovich, a quien acusan de ser un títere de Putin, de suspender las negociaciones de asociación con la Unión Europea, para estrechar las relaciones económicas con Rusia. La oposición, que reclama su salida inmediata, también está dividida. Tanto Yanukovich como Moscú sostienen que detrás de las protestas se está gestando un golpe.