Crece el pesimismo de los argentinos. Una encuesta de la consultora MGMR publicada por diario Perfil muestra que, para la mayoría, 2014 será peor que el año anterior. El 2014 se avizora complicado según la medición. La mayoría cree que la conflictividad social aumentará y que la economía, presionada por la inflación y el alza del dólar, empeorará en los próximos dos años. El 62,6% de los encuestados considera que la economía se retraerá hasta fines de 2015 mientras el 21,7% cree que habrá menos pobres.
En consonancia, la mirada sobre el futuro de la gestión del gobierno de Cristina La Muchacha Progre es negativa, en especial tras un diciembre con cortes de luz y policías acuartelados. Estas son algunas de las conclusiones de una encuesta que realizaron Federico González y Cecilia Valladares junto a la firma MGMR en exclusivo para diario Perfil.
Según el estudio, el pesimismo también es alto cuando se indaga sobre la situación de la pobreza en el país: seis de cada diez creen que aumentará, mientras que sólo el 21,7% cree que habrá menos pobres. Estos datos van de la mano de las expectativas en cuanto a la marcha de la economía. En la semana en que el dólar blue tocó los $ 12 y el Banco Central continúa perdiendo reservas, el 62,6% de los encuestados consideró que la economía se retraerá hasta fines de 2015.
“Hay un hecho incontrovertible: el pesimismo se ha instalado fuerte en el corazón de los argentinos”, explica Federico González, uno de los autores del estudio. Este cambio de humor social, que se venía visualizando antes de las elecciones legislativas, parece haberse profundizado en el comienzo de este año. El mayor nivel de pesimismo se refiere al futuro de la conflictividad y la violencia social. El contexto de piquetes por los cortes de luz y de apertura de negociaciones salariales es clave para entender los motivos de la preocupación por el incremento de la violencia social. Según la encuesta, el 64,6% cree que será mayor la conflictividad social en los próximos dos años, mientras que dos de cada diez piensan que se mantendrá igual que ahora.
Por otro lado, sostener el trabajo volvió a ser una preocupación. En este sentido, también predominan aquellos que creen que habrá menor nivel de ocupación (54,6%). El número coincide con otros informes en los que se da cuenta de que volvió el temor a perder el empleo, algo que años atrás había desaparecido de entre las principales inquietudes. La inseguridad, que históricamente ha sido el problema número uno en todos los sondeos, también sigue la misma lógica: el 58,7% cree que aumentará, mientras que el 22% cree que será igual a la actual.
En lo estrictamente político, los últimos dos años de mandato de Cristina Kirchner tampoco alientan: luego de más de un mes y medio de mutismo de Cristina Kirchner, las expectativas sobre el futuro del Gobierno no son buenas. Cinco de cada diez encuestados consideran que la marcha del Gobierno empeorará en los próximos dos años. Apenas el 25,6% cree que la situación mejorará con respecto a las políticas emanadas de la Casa Rosada.
Oficialismo y oposición. Según reconstruye González tras cruzar la identidad política de los consultados, el resultado de la encuesta demuestra que “entre quienes se definen como kirchneristas, el 74,6% piensa que el Gobierno mejorará; mientras, entre los que se consideran anti K, el 88,5% cree que empeorará, y entre quienes se definen como independientes, la misma percepción negativa alcanza al 58,6%”, agregó.
Indagados sobre la marcha de la economía, nueve de cada diez antikirchneristas consideran que empeorará. La cifra baja a seis de cada diez entre los neutrales. Pero la mala perspectiva no desaparece. Entre los kirchneristas, cuatro de cada diez dijeron que la inflación será más baja que la actual, y el 44,1% apuntó que la inseguridad disminuirá. Paralelamente, siete de cada diez concluyeron que habrá menos pobreza en los próximos dos años.