Tras la amnistía, la justicia puso fin a las acciones contra ocho miembros de la ONG Paz Verde, entre ellos la argentina, de 21 años. Estaban acusados de vandalismo por protestar en el Ártico.
Rusia da por cerrado el conflicto con Greenpeace tras la detención de 30 de sus miembros por protestar en el Ártico. Días después de que el parlamento ruso votara una amnistía, la justicia rusa puso fin ahora a las acciones judiciales contra los militantes de la organización acusados de "vandalismo". Hasta el momento se conoció la decisión sobre ocho de los miembros, entre ellos la argentina Camila Speziale y el capitán del barco.
En su cuenta en Twitter, la organización anunció hoy el cierre de los procesos contra Speziale, el turco Gizem Akhan, el neozelandés Jonathan Beauchamp, el holandés Mannes Ubels, el capitán estadounidense del navío Peter Willcox, el polaco Tomasz Dziemianczuk, el ucraniano Ruslan Yakushev y el ruso Dimitri Litvinov. Aún no se conoció la medida que beneficie al resto de la tripulación, entre ellos el otro argentino Hernán Pérez Orsi, aunque todos ya fueron liberados por la ley de amnistía aprobada el jueves pasado. Ayer la comisión de investigación ya había notificado al británico Anthony Perrett el final de la investigación contra él.
Speziale y Pérez Orsi, junto a otros 28 activistas de la ONG, fueron detenidos en Rusia el 19 de septiembre pasado cuando intentaron abordar una plataforma de perforación petrolera propiedad de la compañía estatal rusa Gazprom y acusados de piratería. Más tarde los cargos fueron modificados por los de vandalismo. Los activistas fueron excarcelados bajo fianza tras dos meses de permanecer en prisión a fines de noviembre y permanecían en San Petersburgo a la espera de un juicio, sin poder regresar a la Argentina.
Ahora que ya no pesa contra ellos ningún cargo, podrán tramitar su definitivo regreso a sus hogares, demorado por no tener la visa de su pasaporte que certifica su entrada legal en el país.