Populismo de manual


Por Estela Sández 
Extraña forma de atender los intereses, necesidades y expectativas del pueblo. Modo singular de tratar de imitar en pleno siglo XXI a Robin Hood. Particular estilo de querer convencer al pueblo que es la piedra basal de un “modelo” de gobierno, cuando tan sólo corriendo el telón, quedará a la vista de todos, el escenario de la intolerancia ideológica, el culto a la personalidad del jefe y la corrupción generalizada. Por supuesto una parva de palabras escritas en diarios amigos y propaladas en radios oficialistas y cercanas, pretende ocultar la dádiva reinante y señala a diestra y siniestra imaginarios enanos capitalistas, capacitados sólo para destruir el país sin dejar títere con cabeza.

Capitalismo enemigo que debe ser absolutamente rechazado, particularmente por los más humildes y necesitados. En pleno siglo XXI se da este obsceno paisaje, imprescindible para sostener un discurso que es exaltación de una suma de acciones dirigidas a construir un programa al que denominan "El Modelo".

Mientras tanto, se expande como mancha de aceite un fundamentalismo que interfiere en las emociones y sentimientos de toda la sociedad, contaminándola de bacterias que impiden a los individuos ejercitar el pensamiento lógico, y el espíritu crítico, encandilados por los brillos del disfraz socialista. Para el Poder es forzoso buscar diversas máscaras e intensificar de modo ininterrumpido las estrategias que consigan convencer a la mayor cantidad ciudadanos, que el jefe y sus esbirros buscan su bienestar y son capaces de dar la vida por ellos , sujetos y objeto de un diario trajín de los señores feudales. Para ello incluyen hasta la enfermedad y los accidentes en esa falaz especulación . La ignorancia del pueblo es el más eficaz caldo de cultivo de esta perversa construcción política y por tanto los populistas de Manual tienen el deber de cuidarla y sostenerla. Hay ejemplos al minuto. Veamos: ¿Cuántas son las personas que conocen los “ enjuagues financieros “ de un gobierno que hace del secretismo una política de Estado? ¿Cuántos jubilados saben que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que administra la ANSES, le ha prestado al Gobierno cerca 31.000 millones de dólares? De los más de 30 millones de electores en Argentina ¿cuántos están enterados que la Nación le debe al Banco Central más de 51.000 millones de dólares? Cantidad acumulada a partir de préstamos de corto plazo y letras intransferibles que recibió el banco dirigido por Mercedes Marcó del Pont, experta en cambiar divisas por papelitos de colores y que compite con Bossio en la carrera de sentirse dueños de los dineros ajenos que administran. De cada 100 pesos de la deuda intrasector público, es decir, de los préstamos que el Estado nacional se hizo a sí mismo, 45 corresponden al Banco Central de la República Argentina (BCRA). ¿Cuántos aplaudidores se enteraron que tal como estaba previsto, la cancelación total de capital e intereses del Bonar VII (AS13) representó la caída más importante que registraron las reservas del Banco Central, entidad que con sus activos líquidos afronta los pagos de deuda a cuenta del Tesoro Nacional, a partir de la extensión de esta facultad dispuesta por la reforma de la Carta Orgánica del BCRA en 2012?

El gobierno con su populismo de Manual se jacta de ignorar al FMI y nos repite cada vez que puede , que “ este gobierno se ha hecho cargo de una deuda que no generó “, pero se olvida de contarnos que no quiere préstamos del FMI porque echa mano, entre otros , de los dineros de ANSES y BCRA, por lo tanto, sin cancelar la deuda externa, genera una tremenda deuda interna. El Banco Nación, tiene “prestado” al gobierno unos u$s 16.000 millones. Éste y otros organismos del estado son cajas a las que sólo el gobierno nacional puede echar mano como “dueño y señor ”. ¿ En algún atril o video-conferencia algún paladín del populismo de manual ha mencionado en la lista de acreedores internos a la Lotería Nacional, la Administración General de Puertos o el PAMI?

Esta miserable forma de gobernar, jamás admite ni admitirá ninguno de los problemas que enfrenta la economía, como la tasa de inflación, la pérdida de reservas del BCRA, el exceso del gasto público y la baja tasa de inversión. Eso sí, permite que “empresarios”, en su mayoría amigos aplaudidores e integrantes del propio gobierno, tengan una serie de privilegios, entre otros, suculentos subsidios. Lejos de competir , venden productos de baja calidad a precios más altos que en el resto del mundo perjudicando de esa manera a toda ese pueblo, que usan mintiéndoles que es el núcleo básico de los desvelos del gobierno.

Juan Llach critica que “una Pyme tenga las mismas alícuotas impositivas que una gran empresa". Estos miserables populistas de Manual repiten hasta el cansancio el latiguillo de la redistribución de la riqueza y mientras se jactan de las “ paritarias” y aumentos de salarios, lo que en verdad hacen es “emparejar" los sueldos con los índices de inflación y aplicar a raja tabla el Impuesto a las Ganancias a trabajadores y jubilados, mientras funcionarios y pseudo empresarios pesan bolsos de billetes y monedas de todo tipo y color. Este “sistema" está inscripto en el gobierno central con sus versiones provinciales en todo el país. Pregonan la eficiencia económica y apenas es una sucia versión del libreto “capitalismo versus populismo”.

Lo que muy pocos pueden apreciar y tener en cuenta es que la economía de mercado, que el sistema populista señala poco menos que como una gran maldición, resulta ser un ícono del decoro frente a la desaprensiva inmoralidad de esta forma de gobernar, hipócrita y falaz, donde la corrupción y el “manotazo” se esconden a la reflexión de esas mayorías, sumisamente conformes con la dádiva. La decencia y la honestidad en la función pública , la transparencia en los actos de gobierno no son precisamente la esencia de este populismo que no solo es ineficiente como organización económica, sino que es fundamentalmente deshonesto y licencioso. Se acrecentó y aceleró en nuestro país a partir del 2012 cuando se comunicó y concretó la consigna “ Vamos por todo “ y a la escuadra de enemigos inventados le sumaron la justicia, los medios, los periodistas , encuestadores, economistas, todos operadores cuya misión es destruir los logros de un gobierno nacional y popular con autobombo de discursos en cadena, videoconferencias y permanentes agresiones verbales para descalificar al otro, ese que no es la Patria, sino el que piensa diferente. Critican al “imperio” del norte, sin aceptar que han creado uno de los varios “imperios” del sur.