Al cumplirse 18 meses del accidente, los familiares de las víctimas leyeron un documento en el que apuntaron contra los ministros De Vido y Randazzo. El cineasta Juan José Campanella se sumó a la vigilia y criticó al gobierno.
Con durísimas consideraciones sobre el "entramado corrupto" entre el gobierno nacional y los empresarios del ferrocarril, familiares de las víctimas de la tragedia de Once recordaron ayer el año y medio del accidente en el que murieron 51 personas. En un documento leído por Paolo Menghini, padre de Lucas, fallecido en el choque, además de acusar a la Casa Rosada de haber elegido proteger los negocios con los hermanos Cirigliano -ex controladores de TBA- en lugar de cuidar a los pasajeros, también le pidieron a la Justicia que cite a declarar al ministro Julio De Vido, por entonces responsable máximo del área de transporte.
"Cuando ocurre una masacre es por la negligencia y la corrupción de otra gente", reflexionó el cineasta Campanella, quien ofició como uno de los oradores de la jornada. "No somos los que tenemos que impartir justicia, pero sí recordar, darnos un abrazo". dijo el director de "El secreto de sus ojos", con una evidente emoción que le entrecortó la voz. Además acusó a ciertos dirigentes de querer callar las voces de quienes reclaman justicia. "Como nosotros no somos abogados ni jueces, nos dicen que no nos metamos", disparó.
La jornada, titulada "Doce horas por justicia" comenzó a las 8.32 (hora de la tragedia) con el sonar de una sirena y continuó con las palabras del sacerdotes Diego Fares, quien acompaña espiritualmente a las víctimas por pedido de Jorge Bergoglio, hoy Papa. Tras hacer referencia al eslogan de campaña que el Frente para la Victoria empleó para las PASO, "En la vida hay que elegir", los familiares sentenciaron: "Eligieron 52 inocentes muertos (contabilizan el bebe que llevaba en el vientre una embarazada fallecida) en lugar de cortar de raíz la maldita trama corrupta antes de que sucediesen las tragedias". Y ahondaron: "Este gobierno se ufanaba, y todavía lo hace, de pensar en todos los argentinos. En ese tren viajaban, y viajan, las clases populares a las que pertenecemos. Decían cuidarnos, decían preocuparse por todos. Sin embargo, nos abandonaron. Dejaron crecer los patrimonios de empresarios y funcionarios corruptos sin levantar la voz. Dejaron crecer esa red nefasta que terminó envolviéndolos. Decidieron tener a su lado a Jaime, a Schiavi, a los hermanos Cirigliano, a Pedraza, a Luna. Entre ellos y nosotros, los eligieron a ellos".
Así, hicieron referencia a los funcionarios involucrados en la causa judicial que investiga la tragedia: los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi; Antonio Luna, ex subsecretario de Transporte Ferroviario, así como al sindicalista José Pedraza. Pero también apuntaron contra los actuales ministros Julio De Vido, de quien dependía el área de Transporte en el momento de la tragedia, y Florencio Randazzo.
"Nosotros elegimos la lucha, la verdad y la memoria. Por eso elegimos pedirle a la Justicia que cite a Julio De Vido para que le explique por qué no hizo nada ni con las denuncias, ni con las multas, ni con Jaime", sostuvieron. A Randazzo, en tanto, lo consideraron "funcional a los corruptos de ayer, hoy procesados". En ese sentido, condenaron que haya difundido imágenes de choferes cometiendo irregularidades mientras manejaban porque impulsan "la demonización de los motorman", teoría que permitió que, poco después, Schiavi presentara un escrito en el expediente en el que sugería que Marcos Córdoba, el chofer de Once, podría haberse quedado dormido en los minutos previos al accidente.
Los familiares señalaron que funcionarios actuales y pasados forman parte de un "mismo proyecto", los acusaron de "un desmanejo absoluto, una falta de interés extrema y una apatía inentendible ante la corrupción" que culminó con la tragedia y que mantiene los trenes en un estado deplorable. Muestra de ello es, dijeron, la repetición de incidentes y la reciente tragedia de Castelar, en la que murieron otras tres personas.
El discurso fue el cierre de una vigilia de 12 horas en la que estuvieron acompañados por el líder de la Red Solidaria, Juan Carr, y el cineasta Juan José Campanella, quienes destacaron la necesidad de que se haga justicia. Los familiares expresaron que se sienten "escuchados y representados" por los fallos judiciales e insistieron en que se fije fecha para el juicio oral en el menor tiempo posible.