"El retiro de Osisko es un triunfo del pueblo de Famatina", dijo Marcela Crave, de la asamblea de Chilecito, al tiempo que advirtió que hay otros proyectos de explotación minera contaminante en el oeste de La Rioja. Aseguró que "Tratan de dividir a la población".
Desde que recibieron la noticia de que la provincia de La Rioja rescindió el contrato con la empresa minera Osisko para la explotación minera en Famatina, la alegría inunda a los pobladores y ambientalistas que, desde 2011, cortan rutas, realizan asambleas y resisten la instalación de una planta minera en ese cerro del oeste de La Rioja. Igualito que San Juan con Barrick.
"No lo podíamos creer. Como estamos en época de elecciones, y el gobernador (Luis Beder Herrera) está en grave riesgo de perder, pensamos que era un rumor salido del mismo gobierno", contó Marcela Crave, quien ha sido referente del enfrentamiento a la minera a cielo abierto que opera en la provincia cuyana.
El retiro de la empresa canadiense es un triunfo del pueblo de Famatina y de sus vecinos, que lucharon contra la instalación de la mina.
"Sabemos que el gobierno retrocedió no porque esté convencido (de la contaminación que produce la minería a cielo abierto) sino porque se encontró con la resistencia de los vecinos", dijo la dirigente, en referencia a la fuerte presión social, marchas, asambleas y la campaña nacional que se realizaron para oponerse a la mina.
Además, acusó al gobierno de Beder Herrera de querer instalar lo que llama "contaminación social". "Manda punteros a los que les entrega muchísima plata para que reparta entre la gente y la convenza para que estén a favor de la minería, y así dividir al pueblo", advirtió. También, pese a la alegría y los festejos, no hay que olvidar que hay otros proyectos mineros en marcha, insistió Crave: "No se habla, por ejemplo, del proyecto de Laguna Brava o El Cantadero, para la explotación de uranio".