En Cadena Nacional la compañera Cristina dejó al desnudo su doble discurso
Por E. Simón
“No voy a aceptar ningún linchamiento mediático”, dijo la Cristina, La Muchacha Progre, por Cadena Nacional. La Presidenta de la Nación afirmó que a partir de 1930, con el primer Golpe de Estado contra Hipólito Yrigoyen, se consolidó en el país “una matriz para separar al pueblo de las Fuerzas Armadas, que muchas veces fueron usadas como mano de obra barata para que otros se quedaran con Papel Prensa, por ejemplo", en clara alusión a las familias encumbradas de Argentina (los Noble, los Mitre, los Solá), familias que ahora ella está reemplazando por otros apellidos en ascenso muy cercanos a ella y a Él, su difunto marido, y a todos los multrimillonarios que integran su gabinete de gobierno.
Presentó la nueva ley de compra de tierras rurales por capitales extranjeros, una gran ley que impide la extrangerización de los recursos naturales. Mientras le pone límites a la adquisición de terrenos rurales a capitales foráneos, entrega envuelto en papel celofán el Petróleo a Chevrón, de Francia; y el Oro a Barrick, de Canadá, entre los casos más destacados de cipayismo vendepatria. No olvidar las reuniones que la presi ha tenido con Peter Munk, prsidente de la empresa Barrick, con quien acordaron políticas de vaciamiento de metales y abuso del uso de agua dulce en la Cordillera de Los Andes.
La Muchacha Progre ratificó su compromiso con la memoria, la verdad y la justicia, y recordó que tanto ella como su antecesor, Néstor Kirchner, fueron acusados de “vengativos y revanchistas” por impulsar los juicios de lesa humanidad y, sin nombrarlo, defendió la designación del general César Milani, un filofacho que está al frente del Ejército, cuyo ascenso será discutido después de la elecciones junto con el resto de sus camaradas de las tres FF.AA. Linda la cadenita, Cristina; larga, brillante, de fácil digestión. Así nos va.